Chloris chloris (Linnaeus, 1758) Nombre:

Verderón común

Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

16434

Mundial. Se distribuye por las zonas macaronésica, mediterránea, templada, boreal y esteparia de la región paleártica. Incluye una amplia franja que va desde el NO de África y Oriente Próximo por el sur hasta los 70º N en Escandinavia y 62º N en Rusia, y desde las islas de Madeira y Canarias por el oeste, a través de toda Europa, los Urales y el Cáucaso, hasta el oeste asiático. Ha sido introducida en Azores, SE de Australia, Nueva Zelanda y Argentina.

Es más abundante en las tierras bajas, donde incluso llega a colonizar los oasis de los desiertos, aunque puede alcanzar los 1.400 m de altitud en las montañas del centro de Europa. La mayor parte de la población mundial (aproximadamente el 75%) se concentra en Europa (SPEC 4). España.

Se extiende como reproductora por la casi totalidad de la Península, Baleares y Canarias, Ceuta y Melilla, y aparece entre las diez especies más ampliamente distribuidas en España (SEO/BirdLife, 2002e). Originariamente considerada como una especie asociada a las masas forestales, en la actualidad ocupa cualquier tipo de hábitat con tal de que haya árboles, desde el nivel del mar, donde parece muy abundante (Tellería et al., 1999), hasta los 2.000 m en Pirineos y Sierra Nevada (Ferrer et al., 1986b; Pleguezuelos, 1992). Prefiere hábitats forestales aclarados, sotos fluviales, zonas abiertas con árboles altos y dispersos, bordes de bosques, parques, huertos, campiñas y, en algunos lugares, pinares termófilos.

En la Comunidad de Madrid (Díaz et al., 1994) se registran las máximas abundancias en sotos, parques urbanos y pinares. En Canarias es más frecuente en los pisos termo y mesocanario donde predominan la laurisilva, el fayal-brezal y el pinar. Según Tellería & Santos (1994), la abundancia en la Península se asocia positivamente a la temperatura.

En la Península, Baleares y Canarias cría la subespecie aurantiiventris y, en Portugal y el NO de España, vanmarli (Cramp & Perrins, 1994a).

La configuración ambiental que maximiza la frecuencia de aparición del verderón común en la Península sobre unidades de 100 km2, con una aparición media del 36% de los muestreos por cuadrícula, corresponde a zonas cuya cobertura de cultivos arbolados sea mayor de 11 km2, y condiciones climáticas invernales de más de 9,4 ºC de temperatura media y más de 6,8 ºC de temperatura mínima. En zonas con temperaturas menores, aunque siempre de la mitad meridional de la Península, también puede promediar elevadas frecuencias de aparición, siendo ésta del 23%, cuando la cobertura de olivares supere los 7 km2. En Baleares, no es posible identificar ningún patrón estadísticamente significativo. Analizando las categorías de hábitats, se puede observar que el verderón común tiende a seleccionar hábitats ocupados por diferentes tipos de cultivos, así como ciudades y áreas periurbanas.

En los hábitats naturales, selecciona de forma preferente las áreas ocupadas por vegetación típica de ribera. El hábitat en el que, con diferencia, aparece una mayor densidad es el de los mosaicos agropecuarios, con una densidad de unas 80 aves/km2. Los siguientes hábitats con mayores densidades se encuentran ya muy lejos de este valor, y son los cultivos de secano con algo menos de 30 aves/km2 y los cultivos arbóreos con algo menos de 20 av es/km2.

Especie muy común en España. El crecimiento de su población puede deberse, en parte, a la facilidad con que se adapta a los cambios que produce la actividad humana en el ambiente y los nuevos hábitats artificiales que crea (parques, jardines, urbanizaciones en el campo), lugares donde apenas hay depredadores naturales y, también, por el hecho generalizado de criar con bastante éxito en más de una ocasión cada temporada. El único factor que puede limitar su presencia es la falta de arbolado donde ubicar su nido. Sin embargo, esto no parece un problema debido a la política de reforestación que se está llevando a cabo, lo que favorece la colonización de nuevos territorios.

Por el contrario, el mayor problema al que debe hacer frente es el de la caza con redes debido a su utilización como animal de jaula.