Porphyrio porphyrio (Linnaeus, 1758) Nombre:

Calamón

Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

12013

Mundial. Se distribuye por gran parte de los humedales tropicales y subtropicales del sur y este de África, Madagascar, sur de Europa, sur de Asia, SE de Australia y Nueva Zelanda (Del Hoyo et al., 1996). Se consideran trece subespecies y la nominal corresponde a la población europea que se concentra en el área mediterránea (Hagemeijer & Blair, 1997). España.

En la Península cría en numerosos humedales de la cuenca del río Guadalquivir desde Jaén hasta las marismas del área de Doñana. Se extiende por diferentes zonas húmedas de la costa mediterránea, desde Málaga a Girona, con dos núcleos principales localizados en la albufera de Valencia y el marjal del Moro. En Baleares la población más importante cría en la albufera de Mallorca, aunque utiliza incluso zonas de la periferia de este Parque Natural, pero además ha colonizado otros humedales mallorquines como la zona húmeda de Maristany (Alcudia) y la Reserva Natural de s'Albufereta en Alcúdia-Pollença (J. Muntaner, com. pers.) En Menorca nidifica en las zonas húmedas de Son Bou (Alaior) y albufera de Mercadal (GOB, 2002; J. Muntaner & P. Vicens, com. pers.).

Hacia el interior cría en La Mancha húmeda (Ciudad Real y Toledo), en Madrid y en Cáceres (embalse de Arrocampo). En Aragón donde se había extinguido en la década de 1960 (Sampietro et al., 1998) ha comenzado a criar recientemente en la laguna de Sariñena (J. M. Sánchez, com. pers.). La población más norteña sería la que se encuentra en el Parque Natural de los Aigüamolls de l'Empordá desde donde parece que llegó al sur de Francia (Cambrony & Aleman, 1996).

Continuando con su expansión, no se descarta que pueda aparecer en otros humedales. No cría en las islas Canarias, Ceuta y Melilla. En el interior, el río Tajo podía haber actuado como un corredor para su expansión pues existen núcleos importantes en embalses como Castrejón, Azután y Arrocampo y llega a tramos de sus afluentes como el río Jarama y el Henares (López de Carrión & Menor; 1996; Molina & De la Puente, 1999) y desde donde no se descarta su llegada a otros humedales extremeños.

Aunque cría principalmente en primavera puede hacerlo durante todo el año (Cramp & Simmons, 1979) y selecciona diferentes zonas húmedas para nidificar como marismas, lagunas, canales, graveras, embalses o tramos bajos de ríos, y su hábitat está constituido por vegetación palustre básicamente de espadaña, carrizos y juncos (Sánchez-Lafuente et al., 1992). Sedentaria aunque realiza pequeños desplazamientos.

El hábitat no se diferenciaría del seleccionado en época de cría (Sánchez-Lafuente et al., 1992; Sánchez-Lafuente en Salvador y Morales, 2011). Prefiere zonas ligeramente inundadas con abundante vegetación palustre (espadañas y carrizos), embalses colmatados donde prolifera este tipo de vegetación, marismas, graveras, márgenes y meandros de ríos, así como cultivos de inundación. Los arrozales constituyen ambientes muy atractivos para el calamón común y se han llegado a contar hasta 2.000 aves en invierno de 2003 en una tabla de arroz fangueada en Puebla del Río (Sevilla; Chiclana, 2004). En el periodo de trabajo de este atlas destacan algunas concentraciones invernales en arrozales en el delta del Ebro, donde se cuenta hasta 230 individuos en Riet Vell en diciembre de 2008 (Bastida, 2009) y en la albufera de Valencia, hasta 72 aves alimentándose en el Tancat de Zacarés en diciembre de 2009 (Dies, 2011).

Maximiza sus probabilidades de aparición sobre unidades de 100 km2, en promedio del 32% de las cuadrículas muestreadas, con altitudes medias por debajo de los 640 m y coberturas de ambientes acuáticos superiores a 9 km2.

3000-3500 parejas (1997); 3500-4000parejas (2000); 6400-6700parejas (2003).

Debido a la fuerte expansión que ha sufrido y al aumento y recuperación de sus poblaciones, ha pasado de considerarse como Vulnerable (Blanco & González, 1992) a no calificar para ninguno de los criterios de la UICN en el nuevo Libro Rojo (SEO/BirdLife, 2002f). Distintas medidas de conservación, algunas encaminadas a la protección de los humedales que utiliza, una menor presión cinegética, así como exitosos programas de reintroducción durante la pasada década en la albufera en Mallorca, en la albufera de Valencia y en los Aiguamolls de l'Empordà en Girona con ejemplares del Parque Nacional de Doñana (Gómez et al., 1989; Garrigós & Sargatal, 1990; Urios et al., 1991; GOB, 1993), han conseguido que haya un fuerte proceso de expansión que continua en la actualidad. Su principal amenaza es la desaparición, fragmentación y degradación de humedales (Giménez & Viedma, 2000). En Madrid ha desaparecido de algunas zonas que había colonizado en el río Jarama en estos últimos años coincidiendo con la desaparición de la vegetación palustre que dependía de los cultivos de regadío que se encontraban en su vega y en algunas ocasiones se ha visto afectado por la quema de carrizales (Molina & De la Puente, 1999).

El desastre de la mina de Aznalcóllar tuvo consecuencias sobre la vegetación palustre y de ribera de áreas de cría de las marismas del Guadalquivir lo que causó una importante mortalidad aunque, no obstante, la población ha continuado en aumento (M. Máñez, com. pers.). El único punto de cría de Murcia (Azud de Ojós) ha sido afectado por las obras de drenaje y limpieza de la vegetación palustre (A. Guardiola, com. pers.). En algunos humedales como en Aiguamolls de l'Empordà se ve afectada por la sequía y episodios de botulismo que diezman su población (J. Martí, com. pers.).

Propuestas: - Protección del hábitat. - Reintroducción en hábitats potenciales. - Solucionar el problema de los cangrejeros en las Marismas del Guadalquivir.