Corallium rubrum (Linnaeus, 1758) Ámbito:

Marino

    Origen:

Nativa

    Identificador:

20213

Se trata de una especie gonocórica (con colonias masculinas y femeninas separadas) y de fecundación interna. La proporción de sexos suele ser próxima al 50% (en la Costa Brava) o con un ligero predominio de las hembras (en Liguria). La madurez sexual suele alcanzarse a partir de colonias de unos 2-5 años y con unos 2 cm de altura, pero hasta que no alcanzan alrededor de los 6 cm no presentan el 100% de los pólipos maduros. Por ello, una reproducción efectiva no se produce hasta una edad de entre unos 7 y 10 años.

Una colonia de 20-30 mm de altura puede producir entre 10 y 100 plánulas, mientras que una colonia que tenga entre 200 y 300 puede producir unas 10.000 plánulas. Por ello, se considera que el potencial reproductivo óptimo no se alcanza hasta una edad superior a los 25 años. La madurez en tallas pequeñas posibilita que las poblaciones sometidas a explotación puedan persistir como reproductoras a pesar del pequeño tamaño de los ejemplares.

No obstante, el potencial reproductor aumenta exponencialmente con el tamaño de la colonia. El desarrollo de las gónadas sigue un ciclo anual con un periodo de emisión de gametos sincronizado en verano. La oogénesis dura más de 12 meses y la espermatogénesis algo menos.

Este ciclo reproductor está condicionado por la temperatura, lo que determina que la maduración gonadal y la emisión de plánulas se produzca de forma escalonada desde julio a septiembre, dependiendo de la ubicación geográfica y del rango batimétrico. Comienza en julio en las colonias de aguas más superficiales y finaliza al final del verano en las más profundas El esperma es emitido por los pólipos de las colonias masculinas y recogido por los de las femeninas, dentro de los cuales se produce la fecundación. Cada pólipo femenino produce entre 1 y 4 óvulos maduros al año.

El tiempo que transcurre desde la fecundación hasta la liberación de las larvas plánulas oscila entre 20 y 30 días. Dicha larva tiene un aspecto piriforme y está recubierta de cilios vibrátiles. La duración de la vida larvaria libre es corta.

En condiciones de laboratorio las plánulas se han mantenido entre 4 y 12 días, transcurridos los cuales buscan un sustrato adecuado, donde se fijan y dan lugar a un pólipo planular. Este último origina una nueva colonia por sucesivos eventos de gemación. Probablemente, la duración de la fase larvaria libre sea más corta en el medio, por lo que su capacidad de dispersión debe ser limitada, como demuestran los estudios genéticos.

Además, la escasa capacidad natatoria de la plánulas y su comportamiento geopositivo tiende a confinarlas en las proximidades de las colonias parentales. De los estudios genéticos parece deducirse que la dispersión efectiva de las plánulas no supera habitualmente un radio de unos 10 m, con eventos muy ocasionales de dispersión a mayores distancias. En las islas Medas, a profundidades menores de 40 m, las tasas de reclutamiento oscilaron entre 0 y 32 reclutas/m2 y año y entre 0 y 12,5 reclutas/m2 y año en la costa de Marsella. Pero el reclutamiento no es uniforme, sino que se produce a pulsos, con muchos años sin aparición de nuevos reclutas y algún año con un reclutamiento exitoso.

Hasta el 95% de las plánulas mueren antes del asentamiento y entre el 66 y 70% de los reclutas mueren en los primeros cuatro años de vida.

El coral rojo vive exclusivamente sobre sustratos rocosos en condiciones de luminosidad reducida y parece evitar zonas con elevada sedimentación o fuerte hidrodinamismo. Aunque suele encontrarse preferentemente en fondos circalitorales, entre unos 40-50 y unos 200 m, en el sector de costa que va desde la Costa Brava hasta Lujuria puede hallarse a partir de 5-10 m de profundidad, en ambientes muy umbríos (grietas y cuevas). Por otro lado, recientemente se ha ampliado notablemente el límite batimétrico inferior conocido de la especie hasta 819 m en algunos puntos del canal de Sicilia (Costantini et al., 2009; Taviani et al., 2010).

Como todos los octocoralarios, el coral rojo es una especie suspensívora (se alimenta de materia orgánica en suspensión) que consume presas de pequeño tamaño y escasa movilidad, normalmente entre 50 y 200 µm y mayoritariamente detritos orgánicos particulados (TSOUNIS et al., 2005) (25-44% de materia orgánica particulada de origen detrítico, 14-46% copépodos y zooplancton, 9-15% huevos de invertebrados y 8-11% fitoplancton). Picciano y Ferrier-Pages (2007) demostraron que puede consumir también bacterioplancton y que hasta el 4,5% del total de carbono ingerido procede del pico- y nano plancton, con una preferencia por los flagelados. Al ser un filtrador pasivo depende enteramente de los aportes que le proporciona el movimiento del agua. Por ello no suele encontrase en la zona más interna de las cuevas o lugares de hidrodinamismo muy reducido.

Las poblaciones se distribuyen en manchas aisladas unas de otras, con escaso o nulo flujo genético, en lugares y hábitats muy concretos separados por grandes espacios inadecuados para la especie. En la antigüedad las colonias de C. rubrum alcanzaban ha.